La vida según lo grandes fotógrafos

por 8 Feb, 2019APRENDER, CULTURA, NOS GUSTA

La agencia Magnum Photos pone a nuestra disposición The Art of Street Photography, el primer curso online de fotografía callejera. No es curso cualquiera, son siete fotógrafos que integran la prestigiosa agencia quienes se encargan de transmitir su sabiduría y su visión personal sobre una fotografía que se nutre de la gente y de los ambientes en los que se desenvuelven. Susan Meiselas, Bruce Gilden, Carolyn Drake, Martin Parr, Richard Kalvar, Peter van Agtmael y Mark Power, todos ellos son fotógrafos curtidos en la calle que cuentan su forma única de abordar lo que pasa ahí fuera.

Magnum fue fundada en 1947 por los reporteros Robert Capa, David Seymour «Chim», Henri Cartier-Bresson, George Rodger, Bill Vandivert, Maria Eisner y Rita Vandivert. Fue una de las primeras cooperativas en el mundo de la fotografía. Cada uno de los fundadores puso un capital de 400 dólares y, por primera vez, eran los propios fotógrafos los que detentaban sus derechos, en vez de las empresas que compraban las fotografías. Magnum posibilitó que los fotoperiodistas documentaran muchos de los hechos más importantes de la historia del siglo XX.

El curso cuesta 99$.

Por otro lado, la plataforma NOWNESS publica la serie Photographers in Focus dedicada a una selección de fotógrafos que narran su forma de interpretar lo que ven, tres de ellos, coinciden con lo elegidos por Magnum: Bruce Gilden, Martin Parr y Susan Meiselas.

La fotógrafa documentalista estadounidense Susan Meiselas, miembro de Magnum desde 1976, cubrió la crudeza de la Revolución sandinista en Nicaragua a finales de los 70 y la década de los 80, y ha vuelto varias veces para documentar gráficamente el curso de los acontecimientos. También fue testigo con su cámara de las consecuencias del Genocidio Kurdo​, en el norte de Irak, liderado por el régimen de Saddam Hussein en las etapas finales de la guerra entre Irán e Irak de 1988.

En los 70 pasó tres años asistiendo a la feria ambulante de las «Carnival Strippers«, un show descarnado de mujeres que entregaban sus cuerpos para el disfrute de los hombres. Meiselas se metía entre las bambalinas para fotografiar y grabar a aquellas mujeres en su intimidad y salía de ellas para retratar el espectáculo de testosterana reconcentrado entre el público, de todas las clases y de todas las edades, padres e hijos incluidos.

Uno de sus trabajos más tranquilos y frescos fue las “Prince Street Girls”, el seguimiento de un grupo de niñas que tenían la costumbre de reunirse en la esquina de su calle en el barrio de la Pequeña Italia, a donde se mudó en 1974. Continuó fotografiándolas a lo largo de los años. “Me parecían tan fascinantes a medida que cumplían años y cambiaba su sentido de identidad”.

Y a cada reportaje fotográfico ha ido sumando textos y grabaciones orales de los protagonistas de sus fotos para dar testimonio de sus pensamientos y sentimientos. Una documentalista en toda regla.

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