Angeles de la guarda para que nadie se quede atrás

por 6 Feb, 2019BLOG, EMPLEO+50

Documental Paralizados en el programa Crónicas de rtve, 2019

Casi el 50% de la población española tiene dificultades para llegar a fin de mes. Hay 1.700.000 parados de larga duración, de los cuales 900.000 son mujeres y las que peor lo tienen son las mayores de 45 años. Pero detrás de esos números hay una ejército de orientadores laborales que están para acompañar en la aventura de buscar un nuevo  trabajo a cada uno de los parados que han superado el año sin nada a la vista. A cada uno de ellos les dedican su tiempo y su talento. Son los ángeles de la guarda.

La crisis ha hecho mucho daño no solo a nivel de pérdida de puestos de trabajo y cierre de empresas, sino que también ha generado una nueva forma de estructura social que va calando y empobreciendo los avances de un Estado de Bienestar que se daba por hecho. Nos ha obligado a readaptarnos al «esto es lo que hay». Pero este panorama tendrá que cambiar si queremos que siga funcionando el engranaje del mercado. Los contratos y sueldos tan mediocres no aguantan la capacidad de consumo, ahorro e inversión. Pero de lo que quiero hablar aquí es de la labor encomiable de los orientadores laborales que trabajan en el seno de fundaciones y ONGs, principalmente, para aliviar, acompañar y orientar en la búsqueda de un empleo a gente que lleva en paro más de un año, además de crear nuevas fórmulas de formación adaptadas a las demandas del mercado. No se trata de que su labor caiga en saco roto, sino de incidir en el problema y buscar soluciones reales. Su misión es recuperar y potenciar la autoestima, la empleabilidad y la capacidad de trabajo entre los trabajadores que se han quedado en una limbo laboral, y conectarlos con las empresas para permitir su inclusión laboral, financiera y social.

Esta tarea debería de ser labor del servicio público, pero resulta que cuentan con un técnico por cada 200 parados, a pesar de los 1.500 millones de euros destinados a cursos de formación, que salen de nuestras nóminas (el 0,7%) y que están prácticamente paralizados desde el 2015 porque la burocracia legislativa se ha encargado de hacer de tapón. ¿Cómo se explica algo así?. Me estoy acordando de la conmovedora película YoDaniel Blake (2016) del director y cronista social Ken Loach. En ella un parado de cincuenta y pico años enfermo se ve obligado a buscar trabajo y se ve envuelto en un laberinto burocrático tan  impersonal que acaba con él.

El recientemente nombrado Director General del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), Gerardo Gutiérrez Ardoy, parece que viene con buenas intenciones. Una es hacer efectivo un cambio de modelo de la formación para el empleo y otra es que el Acompañamiento Personalizado a lo largo de toda la vida laboral figure como un pilar más del Estado de Bienestar. «El mercado es tan complejo, afirma, y va a seguir siéndolo que para evitar la desigualdad es necesario un acompañamiento personalizado a todas las personas en desempleo o activas. A todas.» A ver … Y el Consejo de Ministros aprobó en abril un plan trianial (2019-2021) para prevenir y reducir el desempleo de larga duración, bajo el nombre Reincorpora-t, con un presupuesto total de 1.313 millones de euros y el objetivo de reducir la tasa de paro de larga duración en 2,5 puntos, hasta el 4,3% en el cuarto trimestre de 2021.

Estoy escribiendo este post porque vi el documental Paralizados, realizado para el programa Crónicas de rtve, que me ha dejado impresionada. Nos recuerda la relevancia del trabajo de los profesionales que están para dar cobijo y acompañamiento a la gente que se encuentra en la cuerda floja. Y estas personas, desde su vulnerabilidad, cuentan lo que les supone tener un espacio donde acudir para crearse una rutina y estar acompañados, y tener, además, una persona a su lado que les asesore para que cada uno de ellos remonte, se replantee y sea capaz de adaptarse a las nuevas necesidades del mercado. El objetivo a nivel social de estos profesionales es solucionar un problema que corre el riesgo de quedarse enquistado para contribuir a una sociedad más sana y próspera. Pero lo que supone a nivel personal es abismal, el calor humano que aportan es capaz de devolver el sentimiento de dignidad a cada una de las personas de las que se ocupan. Aunque su profesión no esté en boga, su día a día consiste nada menos que en garantizar los derechos humanos.

Hace poco estuve entrevistando a Manuel Naharro, Project Manager de Generación Savia, una organización creada por la Fundación Endesa y la Fundación máshumano para reinsertar laboralmente a gente mayor de 45 años con estudios superiores que se ha apartado de sus carreras profesionales durante un tiempo. Saben que los mayores es un sector social que lo tiene difícil y han puesto el foco en ellos. En nuestro post te lo contamos. La asociación apenas cuenta con un año de existencia y ya está a pleno rendimiento con eventos, cursos, talleres y búsquedas non stop de empresas dispuestas a contratar talento y experiencia.

Pero hay otras organizaciones que se centran en personas menos cualificadas y más vulnerables, como es el caso de la fundación madrileña San Martín de Porres, su foco está puesto en gente sin hogar, excluida del sistema social. En 1993 crearon desde sus talleres el El Zaguán, un taller artesanal centrado en la cestería, el papel reciclado, encuadernación y actividades textiles y que con el tiempo se ha ido adaptando a las nuevas necesidades del mercado para abarcar actualmente servicios de limpieza de edificios, servicios auxiliares (conserjería, recepción, guardarropía, control de aforos, apoyo en eventos…) y la recogida y transporte de residuos orgánicos. Si contratas sus servicios tendrás la calidad que buscas y, además, estarás contribuyendo a la inserción social de gente que necesita ayuda.

Cáritas Madrid facilita el acompañamiento a través de un itinerario laboral personalizado por tutores a lo largo del proceso completo que lleve a la persona a conseguir una mejora de la empleabilidad. Disponen también de centros para la enseñanza en oficios con demanda en el mercado laboral. También en la Fundación Pinardi los orientadores laborales acompañan a cada persona desde los talleres de formación que facilitan hasta su inserción laboral y seguimiento. «La fundación es una casa con las puertas abiertas», así se ven ellos.

Y la Fundación La Caixa, dentro de su gran entramado de labor social, cuenta con un área dedicado a la inserción laboral de colectivos con dificultades para acceder a los canales habituales de búsqueda de empleo y dirigido a la empresas socialmente responsables. El resultado desde 2016 hasta ahora es: 28.016 nuevos puestos de trabajo creados para colectivos desfavorecidos y más de 9.514 empresas colaboradoras en toda España. Obra Social La Caixa financia, desde el 2006, el programa de contratación Incorpora, que integra a 382 organizaciones sociales y 756 orientadores distribuidos por el país. Esta red de orientadores ha llegado a asistir a 80.000 solicitantes anuales y ha logrado que el 75% de las personas que por allí pasan consigan un empleo.  Se encarga también de asesorar en la creación de un negocio propio y encontrar financiación a través de Autoempleo Incorpora.

Uno de los proyectos que apoya, Reciclar para cambiar vidas de la organización medioambiental Ecoembes, se dedica a la promoción de la economía circular a través del reciclaje de envases, que, por un lado, facilita la inserción laboral de personas  en situación vulnerable, y, por otro, contribuye al bienestar de nuestro planeta convirtiendo residuos en recursos. Como cuenta la especialista en responsabilidad social corporativa de Ecoembes, Beatriz Aylagas, el proyecto consiste en ofrecer a parados de larga duración, víctimas de la violencia de género y jóvenes formación en gestión y tratamiento de residuos y la posibilidad de terminar trabajando como operarios de reciclaje en empresas del sector.  El propósito de la mayoría de beneficiarios es “tener una vida normal y vivir tranquilos, nada más”, señala Beatriz. El hecho de conseguir un empleo es sinónimo de estabilidad, y esta estabilidad permite, a su vez, que todos ellos vean el mundo desde un prisma mucho más positivo. Beatriz se refiere al caso de Francisco Aguilera, que al poco de conseguir trabajo les comentó que, por fin, tenía “visión de futuro”, y el de Ana Planes, sin estudios y con una situación familiar complicada. No se sentía con fuerzas para luchar, pero cambió cuando durante la formación entendió que aún le quedaban muchas razones para seguir adelante. “Un día se acercó a su superior en la empresa donde hacía las prácticas y le preguntó: ‘¿Qué tengo que hacer para conseguir un empleo aquí? Decidme cómo puedo demostrar mi valía’. Al poco tiempo la contrataron”. En la plataforma ALMA puedes seguir las historias que van conformando la red social de La Caixa.

«Paralizados», Documental del programa Crónicas de Rtve, enero 2019.

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