El espacio dedicado al interiorismo más relevante que hay es España cumple ya 25 años. Asombroso. Todo se fraguó en 1992, cuando a unos cuantos decoradores se les ocurrió reconvertir a su gusto y semejanza un antiguo convento de Madrid. Así nació la primera edición de un proyecto único en Europa movido por el afán de que interioristas y diseñadores españoles del mundo de la decoración pudieran dar a conocer al gran público sus firmas, para impulsar su labor en un país, por entonces, nada interesado en la ambientación de los espacios privados y públicos.

La labor de Casa Decor tiene su mérito. La misión de los organizadores es encontrar un edificio totalmente vacío en Madrid, con una estructura preferentemente interesante, y buscar patrocinadores que apoyen el proyecto. Una vez logrado, las estancias se reparten entre los decoradores a partes desiguales. Pero eso es parte del juego. Cada diseñador proyectará ambientes funcionales y estéticos jugando (y muchas veces haciendo malabarismos) con los metros cuadrados concedidos, la disposición del espacio, el estado en que se encuentra y la luz natural, si cuenta con ella. Cuestión de destreza. Ellos proyectan la idea y un equipo de comerciales, jefes de obra, albañiles, carpinteros, pintores, electricistas, dibujantes y transportistas le dan forma a velocidad de vértigo para que esté todo listo en la fecha de su inauguración. Y ese día y los siguientes verás a cada decorador en su espacio, al borde de un infarto por el trabajo acometido, pero muy dispuestos a explicar su obra.

Cada edición es un nuevo espacio de expresión y de inspiración, una gran casa efímera que rezuma estética por cada uno de sus rincones. A quien le provoque emociones la decoración, pasear por sus estancias es un gran lujo. Lo único que echo de menos es aquellos edificios únicos que suponían un valor añadido para las obras de los decoradores y para el público. Una novedad interesante es la introducción de arte emergente en esta edición de Madrid, que se reparte por los diferentes espacios. Ahora que el arte es un objeto más de decoración es una buena forma de impulsar también a los artistas menos conocidos.

Horario: Del 10 de mayo al 18 de junio 2017

Lugar: calle Antonio Maura, 8 en Madrid. Te propongo que después de la visita vayas a tomar el Afternoon Tea al Ritz, que está justo al lado.

Precio de entrada: 12,50€