No me preguntes dónde he estado, pregúntame a dónde voy

por 15 Oct, 2018CULTURA, NOS GUSTA

RELLENAR!!!!!!!

A Chavela Vargas tuve la suerte, por puro azar, de verla y escucharla en la Sala Caracol en 1993. No era consciente por entonces de que aquella mujer con su poncho y voz profunda cantando al amor y al desamor era una diosa del folklore mexicano, que había vuelto a actuar en Madrid después de veinte años, habiendo superado su travesía del desierto que le llevó doce años. Precisamente aquella actuación supuso su renacer arropada por un Pedro Almodovar rendido de admiración, que se encargó de catapultarla para convertirla en patrimonio de la humanidad. Ya lo había comenzado a hacer con la versión que Luz Casal hizo de Piensa en mí en Tacones Lejanos (1991), arrastrándola con el mismo dolor. Almodovar logró que cantase en el Olympia de París, lo que le sirvió de trampolín para actuar en el Teatro Bellas Artes del DF en México, que le estuvo prohibido durante 70 años por ser quien era, y en el Carnegie Hall en Nueva York.

En 2012 viajó a España para presentar su último disco La Luna Grande en un recital homenaje a Federico García Lorca en la Residencia de Estudiantes de Madrid, donde tenía por costumbre hospedarse años atrás, en el mismo cuarto donde residió su admirado poeta (y que se conserva intacto a la vista del público). Aquella fue su última actuación y su última aparición. Dos días después fue hospitalizada en Madrid y en cuanto pudo volvió a su casa en Tepoztlán, a las faldas del cerro del Tepozteco, a sabiendas de que la muerte le pisaba los talones. Dos días tras su muerte se le rindió un homenaje de cuerpo presente en el Palacio de Bellas Artes, donde tanto le costó cantar.

Un documental con su nombre CHAVELA se ha estrenado este año. Ha sido dirigido y producido por Catherine Gund y Daresha Kyi, colegas de producción de cine que de una manera fortuita se acercaron al personaje en 1991. Un concierto imprevisto en El Hábito, un pequeño bar de cabaré alternativo en México DF, y una entrevista realizada sobre la marcha entre bastidores, les llevó a realizar este documental que arrastra sus quejidos conmovedores de una vida empapada de alcohol, de arrojo, de vulnerabilidad, de superación y de pasión.  El vídeo gira en torno al personaje que se encontraron entre bambalinas, tras años desaparecida, contaba entonces con  71 años y venía de luchar contra su demonio, que era el alcohol (sus correrías en las tabernas con el mítico Jose Alfredo eran legendarias) y que le costó su relación sentimental más solida con la abogada Alicia Elena Pérez Duarte. Tras sus años de ausencia tenía ganas de volver, volver a subirse a un escenario, cantar y liberar sus demonios. Por entonces a Chavela Vargas le estaban vedados los grandes escenarios. Hasta que Almodovar se ocupó de poner las cosas en su sitio.

Una vez puse un disco suyo a un amigo alemán, y sin haber apurado la primera canción, me pidió encarecidamente que la apagase. No podía digerir tanto desgarro. Claramente Chavela no llega a todo el mundo.

Trailer del documental CHAVELA, coproducida y codirigida por Catherine Gund y Daresha Kyi, 2017. Disponible online en Filmin.

Catherine Gund y Daresha Kyi cuentan cómo realizaron el documental.

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