Recuerdo pasear por los jardines de aquel museo al aire libre, en Hernani, bajo el cielo plomizo con su chirimiri imprescindible, el verde intenso y los ocres oxidados de las esculturas de hierro y acero desperdigas por aquel paisaje. Recuerdo la sensación de espacio etéreo y de silencio en el interior del caserío Zubálaga, un edificio de piedra imponente del s.XVI, que le sirvió de hogar al artista y al que dedicó 15 años de restauraciones. Aquel paseo fue uno de esos momentos que se quedan dentro. Pocos años después cerró. Parecía imposible que un lugar tan bello pudiera quedar abandonado a su suerte por falta de recursos económicos. Pero así fue.
La familia se volcó sin tregua en la búsqueda de apoyo institucional para revivir el lugar que tanto amó su padre. Sorprendentemente no lo consiguieron. Pero este mes de abril, tras ocho años de incertidumbre sobre su futuro, Chillida Leku acaba de abrir de nuevo sus puertas. Los hijos de Eduardo Chillida han conseguido reactivar el espacio, que adquirió el escultor donostiarra junto a su mujer Pilar Belzunce, gracias a la inversión privada de los todo poderosos Iwan y Manuela Wirth. Se dice que es la pareja de galeristas con más influencia en el mundo del arte internacional. En 1992 fundaron la galería Hauser&Wirth, especializada en arte contemporáneo, y cuenta hoy con filiales en Londres, Nueva York, Somerset, Los Angeles y la recién inaugurada en Hong Kong. Mucho poderío para custodiar y revitalizar el santuario de nuestro escultor más relevante del siglo XX. Ya puede descansar en paz. No sé yo si en silencio…
Este reportaje de El País Semanal cuenta el arduo periplo que ha llevado a una solución feliz.
El museo se estrena con la exposición Ecos y contiene préstamos de las colecciones de La Caixa o del BBVA.
VISITAS: Chillida Leku
LUGAR: Hernani (Guipúzcoa)
Un recorrido por Chillida Leku de la mano de Luis Chillida, hijo del escultor y presidente de la Fundación Eduardo Chillida.
CHILLIDA LEKU: dentro de la escultura | EL PAÍS SEMANAL
0 comentarios