Diario Vivo, periodismo desde la emoción
Cómo lanzarse a una de las más bellas y arriesgadas acciones para cubrir una locura organizada por Greenpeace para concienciarnos sobre la necesidad de proteger el Ártico. Nos lo contó el fotógrafo Pedro Armestre (sección Medio Ambiente).
Cómo superar la vergüenza por haber cubierto una historia que aún le pesa al periodista Jesús Serrera (sección Espectáculos).
Cómo salir airosa de una encerrona que le aconteció a la corresponsal del diario Le Figaro, Diane Cambon, en una cata de vinos en Bilbao. Su relato fue desternillante (sección Gastronomía).
Cómo contar para no olvidar, tarea en la que se embarca el crítico literario Antonio Martínez Asensio junto a su prima, para recuperar la epopeya de sus tíos abuelos durante la guerra civil española y posguerra (Sección Historia).
Cómo denunciar un asunto de abuso inmobiliario, que enfrentó una vez más a un David contra un Goliat, y que siguieron muy de cerca la periodista de investigación económica Ana Tudela y el periodista especializado en datos Antonio Delgado (sección Vivienda).
Cómo verse en vuelto en un asunto de mafia siciliana sin proponérselo, relata el periodista Enric Juliana (sección Sociedad).
Cada una de estas historias se contaron en la última representación de Diario Vivo, que tuvo lugar este mes de octubre en Madrid. El espectáculo tiene apenas un año de vida y es hijo del Pop-Up Magazine, que nació hace una década en California, y de su extensión en Francia con Live Magazine. Su promotor en España es el corresponsal del periódico Libération, François Musseau, que ha querido importar una nueva forma de hacer periodismo, que se canaliza a través de la emoción, que llena escenarios y se convierte en objeto de culto allá donde se va implantando. Son experiencias vitales que han marcado a periodistas, fotógrafos, escritores, guionistas… a lo largo de sus carreras profesionales. Y la suma de cada una de las intervenciones, separas por interludios musicales, viene a configurar lo que sería un periódico con sus secciones.
Cada orador cuenta su propia interpretación de una realidad que ha cubierto como profesional y que de alguna manera le ha tocado íntimamente. La lleva guardada en su mochila y la comparte con nosotros espectadores para que nos llegue también a cada uno de nosotros. Un espectáculo al desnudo, en directo, frente a un micrófono, en un teatro donde no cabe un alfiler. Un narrador frente al público.
Otra forma de hacer periodismo en formato teatral, de carácter efímero e intimista, que consigue reclamar nuestra atención. No se puede grabar ni fotografiar. El espectador está ahí para dejarse llevar por las historias que escucha a oscuras, sin distracciones, y volver a casa pensando en ellas.
El compositor y pianista italiano Ludovico Einaudi interpretando una pieza creada para la ocasión sobre una plataforma flotante en mitad del océano, frente al glaciar Wahlenbergbreen. Greepeace le invitó al viaje, en 2016, para recaudar firmas para la protección del Artico. El fotógrafo Pedro Armestre les acompañó y nos relató, con gran excitación, la odisea del viaje.
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