El Tercer Acto de Jane Fonda

«Ha habido muchas revoluciones a lo largo del siglo pasado, pero ninguna tan significativa como la revolución de la longevidad. Vivimos 34 años más que nuestros bisabuelos. Hemos ganado al tiempo una segunda vida adulta y, sin embargo, seguimos bajo los antiguos paradigmas de lo que supone ser mayor «, afirma la actriz, productora y activista Jane Fonda en una charla de TEDx Talks.
Está claro que quien tuvo retuvo en la ficción y en la realidad. Jane Fonda está en todas partes: como actriz en el cine y en la televisión, impartiendo conferencias y asistiendo a entrevistas. No para, porque se encuentra muy bien y quiere seguir igual de bien, hasta que el cuerpo aguante. Esta charla, que impartió en 2011, trata sobre la nueva longevidad, un hecho demográfico que está alterando nuestra forma de vivir y de sentir y, necesariamente, la estructura social. Una nueva forma de ver y de vivir el hacerse mayor que desmonta la visión reduccionista de la edad como una «patología», infiriéndole un carácter de potencialidad. «Nos tendríamos que estar preguntando cómo sacar partido a nuestra última etapa de la vida, porque como dijo Pablo Picasso: se necesita mucho tiempo para ser joven».
Le interesa tanto el tema sobre la edad que en 2011 publicó su libro Prime Time. Mis mejores años. «No pretendo idealizar el hacerse mayor, comenta, sé que influye la suerte y la salud, de la cual 1/3 es genética, pero el resto depende de nosotros. Y hay una cosa que escapa a la decadencia y eso es el espíritu humano: la integridad, la autenticidad y la sabiduría». «Comencé a interesarme por el hecho de hacerse mayor cuando cumplí mis 60 años. Me pregunté cómo debía de vivir el tiempo que me queda. Y para ello rebobiné mi pasado, hice un trabajo de introspección con la intención de saber quién era yo realmente, independientemente de mi entorno familiar y social. Y me di cuenta de que muchas cosas de las que me había culpabilizado, realmente no tenían que ver conmigo. Fue un acto de liberación conmigo y con los demás». «Me sirvió para reiniciar mi vida y renacer mucho más a gusto conmigo misma». Eso es lo que nos hace más sabios y más íntegros. «Si las mujeres somos capaces de vivir así nuestro tercer acto, seremos una referencia para las chicas jóvenes, para que lleguen a considerar su esperanza de vida como un potencial».
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