María Neira: «Dame un punto de apoyo y movamos el mundo juntas»
María Neira se dedica a la salud pública de nuestro planeta. Observa y analiza de forma integral lo que concierne a la salud en los países desarrollados, en los emergentes y en los pobres; llama la atención sobre los grandes problemas; y se pelea para erradicar y, sobre todo, para influenciar y prevenir males mayores. Y todo eso lo hace a una escala de dimensiones gigantescas, desde su puesto como directora del departamento de Salud Pública, Medio Ambiente y Determinantes Sociales de la Salud de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Un título muy largo para un proyecto muy ambicioso y difícil.
Todavía hay 3.000 millones de habitantes en el mundo (la inmensa mayoría mujeres), casi el 40% de nuestro planeta, que cocinan, se sirven de la luz y calientan o refrescan la casa como en los comienzos de nuestra historia. No manejan rudimentarios interruptores o microondas (no hablemos de diseño ni del control remoto ni de la inteligencia artificial). Simplemente carecen de energía doméstica y les incumbe a las mujeres porque ellas han de ir a buscar leña, cocinar, traer agua y ocuparse de sus hijos y del hogar. Y esta doctora y divulgadora asturiana se ha propuesto promover una revolución energética (el acceso a una energía limpia para las mujeres) para aliviar el trabajo de las mujeres pobres y mitigar también la contaminación que se genera con su estilo de vida.
La calidad del aire es uno de los últimos caballos de batalla de la Dra. Neira porque está siendo uno de los principales problemas de salud pública a nivel global. Según la OMS, cada año mueren 12,6 millones de personas a causa de la contaminación del aire. El 92% de la población mundial está respirando actualmente un aire que excede los niveles de polución aceptados por la OMS. Y el 25% de estas muertes podrían ser evitables si se tomasen medidas vinculantes para mejorar la calidad de del aire.
Pero el aire contaminado no es producto únicamente de los países pobres, es producto también del estilo de vida de los países industrializados. Esto ya lo sabemos y lo sufrimos. En veinte años el 70% de la población mundial vivirá en ciudades. Y para poner remedio a los cielos grises y al tremendo gasto de sanidad pública derivado de la contaminación, necesitamos gobernantes estatales y locales que se impliquen en el asunto de la salud de una forma transversal, que piensen y actúen de forma integral con planes de urbanismo que fomenten el transporte público y los espacios verdes, que luchen contra el sedentarismo, que promuevan una alimentación sana, que garanticen el acceso a energías renovables y la reducción de residuos innecesarios, que implementen el Tratado de París y que pongan en marcha una estrategia de concienciación de los ciudadanos,….
Un entorno saludable está intrínsicamente unido a una población sana y viceversa. Y si somos capaces de interiorizar la importancia de vivir en un entorno saludable, viviremos más sanos y más felices. La OMS estará allí para apoyar cualquier iniciativa en este respecto, para crear redes de apoyo entre comunidades que trabajen con los mismos objetivos y para cuantificar los beneficios que resulten de las iniciativas.
La Dra. María Neira, especializada en endocrinología y nutrición, y con un diploma internacional bajo el brazo en Preparación para Emergencias y Manejo de Crisis, comenzó a dar sus primeros pasos profesionales en hospitales de París. Y de allí dio un salto de gigante con Médicos Sin Fronteras, para adentrarse en zona de campos de refugiados en la frontera entre El Salvador y Honduras. Un campo de batalla que le aterrorizó -confiesa que no sabe cómo la aceptaron tan novata para una misión tan exigente-. Pero lo superó, se llevó una buena dosis de experiencia, y siguió poniéndose a prueba primero en Ruanda y después en Mozambique, en ambos lugares como asesora en Salud Pública para la ONU. En 1999 ingresó en la OMS como directora del departamento de Prevención y Erradicación de Enfermedades Infecciosas. En 2002 se trasladó a Madrid para presidir la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición, donde se encargó de la elaboración y ejecución de los planes nacionales de alimentación y nutrición. Pocos años después regresó a Ginebra, donde reside actualmente, para continuar su trabajo en la OMS, ya como directora del departamento de Salud Pública y Medio Ambiente. Su misión ahora es divulgar y llamar la atención sobre uno de los asuntos más importantes de cada individuo y de los miles de millones de habitantes que viven en el planeta: la salud.
Ha sido condecorada en 2006 por el gobierno francés con la Órden del Mérito Nacional. En 2009 acompañó a la directora de la OMS, Margaret Chan, para recoger el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional y en 2015 recibe el Premio «Woman».
El principio de Arquímedes en femenino | María Neira | TEDxAvilesWomen, 2016.
I Premios Woman – Discurso María Neira, 2015.
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