Más allá de la tecnología…
vuelve a estar el ser humano con los valores que le diferencian de cualquier otro animal o artilugio: la emoción, la intuición, la imaginación, la creatividad, la ética, y la necesidad, el coraje y la capacidad de alterar lo establecido. Un robot es capaz de producir un cuadro de Rembrandt, a partir de un estudio extremadamente minucioso del artista, pero no es capaz de crearlo desde cero (por ahora).
Hace unos días asistí a una conferencia que organizaba el Banco Sabadell sobre el «futuro», impartida por una persona que merecía mucho la pena escuchar. Así me la vendió mi hermana, pero cuando llegué vi que realmente el título de la conferencia era «Estrategia Digital para crecimientos empresariales exponenciales». Concretamente se suponía que el tema versaba sobre la implantación de nuevas tecnologías en la gestión de banca privada. Pensé que dónde me había metido, pero gracias a Dios, el conferenciante, Manuel Alonso Coto, Director Ejecutivo de IE Business School (que sí mereció la pena escuchar), se fue por la tangente y decidió impartir un discurso mucho más divulgativo sobre las prácticas innovadoras en nuestra vida cotidiana que están forjando ya nuestro futuro (me figuro que el análisis de gestión empresarial lo dejaría para hacerlo a puerta cerrada).
Voy a dejar anotados comentarios y datos que considero interesantes. Interesantes para mí, porque veo con tanto recelo el futuro, que prefiero ir intentando entender lo que nos espera antes de que nos llegue impuesto de sopetón. Una especie de estrategia para protegerme.
Uno de los grandes intereses por parte de los grandes: Google, Amazon y Apple son los digital assistants. Cada una de las compañías están trabajando en la sofisticación de la primera versión que conocimos de Siri, introducida en nuestros Mac en 2011. Amazon, por su parte, con Alexa (Amazon Echo) y Google con Google Home (acaba de salir a la venta en España a partir de 59€. Aquí te puedes informar). Aún no logro ver los grandes beneficios de estos asistentes programados para informarnos y liberarnos de pequeñas acciones cotidianas, cuando nuestra casa y oficina estén debidamente domotizados, claro está. No logro verlo tan necesario. Nos llevará un tiempo irlo interiorizando (el nuevo perfume de @JPGaultier ha hecho una parodia del asistente Google Home con Rossy de Palma que no tiene desperdicio). Pero sé, que estos asistentes, que se encuentran en fase experimental, acabarán formando parte de nuestras vidas, queramos o no. Entre las virtudes que venden es que serán capaces de anticiparse a nuestros deseos, pero resulta que no a todos nos gusta que el camarero de siempre dé por hecho que queremos siempre el mismo café. Nos gusta improvisar según el momento.
Y «espiarán» nuestras conversaciones, queramos o no. Para ello, se hace necesario un sistema de regulación ético y jurídico en las instituciones públicas que esté a la altura de los avances tecnológicos. Europa es más estricta en la protección de datos, mientras que EE. UU. es más liberal. Pero ninguna regulación impedirá que cualquier gadget que salga al mercado pueda ser susceptible de atrapar información sobre sus dueños. Las máquinas se alimentan de los datos que les proporcionamos, más o menos alegremente, porque sabemos que nos aportan un servicio irresistible, y a la vez cumplen su objetivo: crear negocio.
Según presentan los digital assistants, al estilo puramente norteamericano, parece que no podremos vivir sin ellos. Escuchad el vídeo que sigue donde presentan el Google Duplex Demo IO 2018. Un asistente que permite hacer reservas en un restaurante y que es capaz de reconducir una conversación cuando su interlocutor humano no le ha entendido. Y el Google Home Demo IO 2018, un asistente para el hogar que controla la totalidad de la casa domotizada, conectada a la red Wi-Fi, y responde a cualquier orden o pregunta que le quieras hacer.
Sundar Pichai, director ejecutivo de Google, presenta el Google Duplex Demo de Google IO 2018.
Google Home Demo – Google IO 2016.
Todo muy bonito hasta que salen por la puerta y los padres tienen que preguntar a Google por qué su hijo aparece disfrazado de astronauta. Da qué pensar…. ¿Es el «efecto calculadora» que nos está atontando?
Una abuela italiana estrenando su Google Home en familia.
Este vídeo no lo ha grabado Google.
Ahora mismo nos encontramos en una fase en la que, superada la domótica, hemos llegado al Internet de las Cosas (IoT- Internet of Things), es decir, a la hiperconectividad del mundo físico a internet a través de una red neuronal artificial. Samsung augura que para el 2020 todos sus productos estarán listos para integrarse en el IoT. Y lo que ahora resulta elitista, según la Ley de Moore, en un periodo de tiempo bastante corto, que suele rondar los 18 meses, estará extendido de forma global. Ya se puede conseguir una Samsung Smart Home domotizada por 12.000€. En 2017 había más gente con un dispositivo móvil que con un cepillo de dientes, según Socialnomis 2017.
El siguiente paso de gigante es que la informática se convertirá en nuestro nuevo hábitat, nuestro modus vivendi total. Se implementará a todo con lo que interactuemos: salud, hogar, trabajo, manera de relacionarnos, información, forma de viajar, comprar, ropa, colchones, transporte, incluso nuestro propio cuerpo y mente… sabrán quiénes somos, cuáles son nuestra preferencias y qué esperamos de ellos. Serán capaces de interpretar sesgos en el tono de voz y en la expresión de nuestras caras. Y actuarán en consecuencia. Las máquinas nos reconocerán, entenderán y responderán a nuestras necesidades. Esto lo cuenta muy claro el director ejecutivo de la Singularity University (Silicon Valley), Pascal Finetti, en el programa de Iñaki Gabilondo Cuando ya no esté para Movistar+ #0. Desgrana los entresijos de hacia dónde va el mundo tecnológico y nosotros con él, mientras Gabilondo le escucha entre el estupor y la fascinación.
Y aprenderán por sí mismas… Las predicciones más optimistas auguran que para el 2035 habremos conseguido llegar a un estado de «superinteligencia«. Ya lo predijo, en 1950, el científico de la computación y visionario Alan Turing, con lo que se vino a llamar el Test de Turing, cuando las máquinas puedan pensar y ya no sea posible distinguir si se está tratando con una persona o una máquina.
Por eso es fundamental, afirma Alonso Coto, aprender a estudiar desde la creatividad. Algo intrínseco en los seres humanos. Mientras unos anuncian la digitalización de nuestras vidas, otros, que andan por el mismo camino, insisten en la importancia clave del ser humano creativo para humanizar el proceso, actuar, participar de los cambios y trascenderlos. Así, «cualquier cosa que no sea susceptible de ser automatizada tendrá un valor inmenso», según cuenta el especialista en nuevas tecnologías globales, el alemán Gerd Leonhard, artista y productor musical, además de investigador científico y humanista. Se pone pues en valor la capacidad creativa, la imaginación, la emoción, la intuición y la ética, el «por qué» de la tecnología y «para qué». Se trata de aportar capital humano y valor al Big Data. De esto mismo habla la Presidenta de Hispasat Elena Pisonero sobre las nuevas formas de trabajo.
Digital transformation: are you ready for exponential change? Futurist Gerd Leonhard, TFAStudio, 2016.
Alonso Coto nos presentó la tienda del futuro, sin cajeros, que viene a formar parte de la Just Walk Out retail technology, uno entra con su App, registra lo que le interesa comprar y se va, como si se fuera de extranjis.
AMAZON GO: La tienda del FUTURO en Seattle (EE.UU.) La tecnología de compras más avanzada del mundo, 2018.
La forma de consumir está cambiando radicalmente y se estima que el 50% del consumo mundial va a estar en manos de la generación Z, es decir, los que han nacido en la época de la Movilidad tecnológica. Y a sueldos más bajos y a mayor incertidumbre laboral, surgen nuevas formas de consumo: «la economía de las plaformas«, los «showroomers» (práctica que consiste en mirar y probar un producto en una tienda para luego terminar adquiriéndolo en internet) y «Google lens» (una aplicación que indica dónde adquirir un producto a menor precio por medio de una foro). La rueda del mercado tiene que seguir funcionando y la historia se tiene que ir readaptando a las nuevas circunstancias. «Los consumidores veteranos: seniors, baby boomers, incluso la generación X gastan hábitos de coleccionistas, mientras que los más jóvenes -las generaciones Y (los que se educaron con internet) y Z (los que han jugado desde su infancia con dispositivos móviles) – consumen productos de forma efímera y no les interesa tanto el sentido de propiedad», afirma Alonso Coto. Los gadgets tecnológicos se suceden unos a otros constantemente. Los coches se alquilan y según el trayecto que se haga se alquilan por categorías. Incluso ya existe las viviendas compartidas adaptadas a las nuevas tendencias de trabajo nómadas, cambiantes y globales. Incluso muchos baby boomers ya sustituyeron sin remilgos sus afanes por adquirir piezas únicas con la llegada de ZARA e IKEA, ni qué decir la generación X.
Las cifras sobre el uso de las redes sociales y la conectividad son exponenciales. Hemos pasado de una evolución gradual a unos cambios disruptivos constantes, transversales e imparables. Socialnomics da a conocer los cambios más impactantes que experimentan nuestras sociedades anualmente.
Digital Transformation Statistics 2019, realizado por Socialnomics.net
Manuel Alonso Coto cerró la conferencia dejando abierta la incertidumbre que nos depara el futuro e hizo referencia al «punto de saturación» al que se refiere Nick Brostrom, filósofo, profesor y director del Instituto para el Futuro de la Humanidad y el Centro de Investigación de Estrategia de Inteligencia Artificial de la Universidad de Oxford: «el reto consiste en tener la tecnología que nos haga capaces de diseñar estos poderosos sistemas artificiales alineados con los valores humanos y que siempre hagan lo que nosotros queremos que hagan». Aquí os dejo una entrevista a Nick Brostrom, para Retina, sobre los pros y contras de los avances tecnológicos.
Nick Bostrom, el filósofo que advierte de los riesgos de la superinteligencia artificial, 2017.
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