Mónica Valenciano: «Cuando no hay explicación, uno baila»
Mónica Valenciano, Premio Nacional de Danza 2012, quiere bailar lágrimas de perro. Bailar un portazo. Bailar una sonrisa prolongada… Y consigue hacerlo en el escenario transformando su cuerpo en un instrumento polifónico. Cuando esta coreógrafa, bailarina, poeta y pintora, nacida en Las Palmas de Gran Canaria en 1961, comenzó su carrera profesional (hace tres décadas), estaba todo por hacer en la danza contemporánea española. Y más como mujer. Estudió danza clásica, contemporánea y teatro en el Institut del Teatre de Barcelona y en la RESAD de Madrid. Y a lo largo de su vida se ha ido nutriendo de otras disciplinas tan dispares como el boxeo, el tiro al arco o las artes marciales para conformar su personalísimo lenguaje escénico, que la convierte en un ser único. En los años ochenta, Mónica formó parte del colectivo UVI junto a otras figuras españolas reconocidas internacionalmente como La Ribot u Olga Mesa y en 1997 crea su propia compañía, El Bailadero. Pero es en su casa, viendo la televisión, cuando descubrió a Chavela Vargas cantar y, mirándola fijamente a los ojos, supo que eso era lo mismo que ella sentía al bailar. Y sintió que no estaba sola. Desde entonces, el camino creativo de Mónica no ha sido fácil pero sí constante. No lo es enfrentarte a la búsqueda de la verdad en una vida dedicada a la investigación.
Al frente de su compañía, El Bailadero, comienza una serie coreográfica llamada Disparates que consiste en pequeños puzzles creativos construidos a través de lo instintivo, lo íntimo y lo inmediato, donde el lenguaje, y su uso a través del espacio y el tiempo, cobran gran protagonismo. No hay más que ver a Mónica en un escenario para descubrir la fuerza de su mirada y la lucidez de la locura cara a cara. Pues el público se sienta en la butaca para enfrentarse a sus propios miedos, examinarlos en su desnudez y descojonarse de ellos.
En 2017 comenzó una residencia en Naves Matadero – Centro Internacional de Artes Vivas, junto a diferentes artistas a los que invitó cada sábado para experimentar juntos. El resultado de esta investigación es su última obra IMPRENTA ACÚSTICA en (14 borrones) .. de una APARICIÓN, que puede verse en Naves Matadero hasta el 27 de mayo. Un ejercicio de honestidad, valentía y resistencia de dos mujeres sin edad. Quien no haya visto nunca a Mónica en escena no debería perderse la oportunidad de ver a una artista exorcizando sus emociones. En mitad de la función dice al público “voy a bailar nuestro miedo” y, junto a la también bailarina Raquel Sánchez, teje este espectáculo, que podría ser un ensayo abierto, donde muestran su dolor, su humor, la poesía y los sentimientos sin filtros. Lanzan preguntas al público con el cuerpo y la palabra, sin necesidad de encontrar más explicación que la esencia de la creación y la vida. Porque, como dice Mónica, “cuando no hay explicación, uno baila”.
IMPRENTA ACÚSTICA en (14 borrones) .. de una APARICIÓN
Fecha: hasta el 27 de Mayo 2018
Lugar: Naves Matadero – Centro Internacional de Artes Vivas en Madrid
Mónica Valenciano en Naves Matadero interpretando su última creación IMPRENTA ACÚSTICA, mayo 2018
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