Pilar Mateo investiga para proteger a los más débiles
«Dos mil quinientas mujeres marchan por Camiri, la ciudad del petróleo y de la miseria indígena al sur de Bolivia. Son todas guaraníes, y al caminar forman una marea de pieles oscuras que avanza con carteles que reclaman igualdad de género, acceso a la justicia, vidas dignas. Es el 25 de noviembre de 2010, Día Mundial contra la Violencia de Género, y en el Chaco boliviano es la primera vez en toda la historia que las indígenas marchan por sus calles. Entre ellas camina una mujer rubia y de tez blanca. Es Pilar Mateo, la capitana de los guaraníes.
Todos saben quién es. Los indígenas cuentan que ella sola fue capaz de conseguir lo que durante un siglo pareció imposible: erradicar el mal de Chagas en Camiri y en otras 99 comunidades de la zona, exterminando a las vinchucas, insectos parecidos a cucarachas voladoras que desde hace décadas se alimentan de la sangre de los guaraníes. Viven en las paredes y por las noches bajan a succionarlos hasta infectarles la sangre.
Pilar llegó desde Valencia en 1998, recién doctorada en Química y con su gran invento en la mano. Traía una pintura resinosa para paredes diseñada químicamente para acabar con las vinchucas. Y del 80% de contagiados que había a su llegada, la cifra ha caído a la mitad.
En el camino, se fue convirtiendo en la voz y esperanza de toda esa masa invisible». «Cuando llegué, encontré gente con la autoestima por el suelo, con los niños enfermos, acostumbrados a morir porque sí», dice Pilar Mateo. «Mi pintura se convirtió en un micrófono para denunciar lo que estaba pasando«. Este es un pequeño extracto de la historia de Pilar Mateo publicado en un artículo, en 2012, para el diario digital chileno Quepasa.cl.
A Pilar Mateo, doctora en químicas, se la conoce fuera de su mundo científico por haber desarrollado la tecnología Inesfly, una pintura con microcápsulas que libera lentamente un insecticida capaz de matar a insectos sin peligro para las personas. Un descubrimiento que ha resultado ser clave para erradicar y controlar enfermedades endémicas como el mal de Chagas, la malaria, el dengue o la leishmaniosis. Se aplica en países tropicales de Centroamérica y Suramérica, de Africa y de Asia y está consiguiendo evitar millones de muertes y enfermedades en los países víctimas de plagas de parásitos.
Pero su empeño va más allá de sus logros como investigadora, su propósito es conseguir la mejora de la calidad de vida de las poblaciones más vulnerables: infancia, mujeres e indígenas, una vez que la plaga haya sido controlada. Para ello trabaja con las comunidades locales y las instituciones públicas, para que sean capaces ellos de protegerse a sí mismos y garantizar su propia sostenibilidad. La ciencia le hizo viajar y encontrarse de bruces con una realidad que superaba sus expectativas y le ha cambiado la vida. Tanto que ha hecho de los guaraníes su familia y lidera una comunidad de mujeres indígenas que se han levantado para luchar por sus derechos y el de sus hijos.
Cuando llegó al Chaco boliviano en 1998 vio que era tanta la miseria que ni siquiera tenían casas con paredes donde poder aplicar su producto. Lo que pensaba que iba a ser cosa de un mes, se convirtió en parte de su vida. Dejó a sus hijos al cuidado de sus abuelos y se quedó a convivir largas temporadas en la región del Chaco guaraní. Fue comprendiendo que para acabar con la enfermedad además de mejorar y pintar las viviendas, había que educar a la gente en cuestiones de higiene y potenciar su autoestima para dotarles de autonomía personal.
Se remangó la bata blanca y se puso manos a la obra literalmente: ha construido casas con paredes, se ha enfrentado a las corporaciones empresariales de pesticidas que la han amenazado de muerte, ha tenido que negociar con el gobierno boliviano que la veía receloso, hasta que en 2011 aprobó dos leyes que hoy impulsan el uso de Inesfly para eliminar las vinchucas, ha creado fábricas y puestos de trabajo locales para fabricar la pintura que lleva el insecticida. Y se vuelca en movilizar a las mujeres para el desarrollo de su autoestima y el de sus comunidades, liderando marchas de protesta, organizando talleres de formación profesional, coordinando el transporte para que los niños vayan a las escuelas, hasta ha conseguido montar de la nada un equipo de fútbol femenino para participar en un campeonato internacional en el País Vasco. Pilar Mateo ha sido la portavoz de los derechos de los puebles indígenas.
Su campo de acción es integral, comprende la investigación, la salud, la educación y el desarrollo socioeconómico de las comunidades, porque sabe que las plagas están directamente relacionadas con la pobreza, y que su erradicación es cuestión de voluntad. Y a ella voluntad le sobra, ha creado la Fundación Pilar Mateo Ciencia y Conocimiento en Acción y el Movimiento de Mujeres Indígenas del Mundo (MoMIM), para implicarse 100% en el exterminio de las plagas e incidir en la regeneración de las poblaciones afectadas y es presidenta de la empresa INESFLY CORPORATION.
Pero aquí no acaba su historial, en 2015 puso en marcha, junto a su hija la abogada Jessica López de Mateo, Mujer a Mujer by Pilar Mateo, una iniciativa de emprendimiento social para dar formación, coaching y trabajo a mujeres mayores de 45 años excluidas del mercado laboral en nuestro país. La idea es crear una red de microempresarias a través del sector de la venta y distribución comercial de una nueva línea de alta cosmética y biocosmética para mujeres y hombres Shichi World (@sichiworld). Este proyecto forma parte de NETWOM, un nuevo modelo de negocio basado en la creación de una Red Mundial de Mujeres Profesionales, bajo un principio de solidaridad entre las mismas para evitar la competencia agresiva. El objetivo es su desarrollo personal y profesional en un sector económico concreto. Este proyecto de Pilar Mateo tuvo su primera área de desarrollo en Valencia y se ha extendido ya por otras comunidades españolas. Y está concebido de tal manera que se pueda exportar a otras comunidades internacionales.
Es también cofundadora de Filmántropo Media, una empresa audiovisual destinada a la producción de programas de contenido social sobre educación, salud, derechos fundamentales, culturales, iniciativas artísticas. Filmántropo desarrolla, produce y distribuye proyectos de tv y otras creaciones cinematográficas y transmedia que contribuyen a revelar realidades sociales poco conocidas o mal explicadas, que dan voz a personas cuya historia merece ser contada. Su finalidad es contar historias que contribuyan a hacer un mundo mejor.
Pilar ha recibido la medalla de oro de la Real Academia Mundial de Ciencias y Humanidades, el premio Europa en Nuevas Tecnologías, el premio extraordinario de Defensa concedido por el Ministerio de Defensa Español por hacer un servicio de protección para soldados en misiones con peligro de plagas, y el premio nacional en Salud y Medio Ambiente de Naciones Unidas-Unicef. Ha sido finalista, en 2009 y 2010, al premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional. Este año el Foro Mujeres Tercer Milenio 3M3, le ha otorgado el premio de la Ciencia y Tecnología para la vida. Es Embajadora de Honor de la Nación Guaraní.
Reportaje en Informe Semanal de TVE, 2016.
Pilar Mateo y su hija Jessica López de Mateo hablan sobre el proyecto Mujer a Mujer, 2015.
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