La documentalista escocesa Sue Bourne ha creado su propia productora Wellpark Productions para producir y dirigir, desde un punto de vista innovador, temas que le interesan y le inquietan y que no son fáciles de abordar. Su intención es dar visibilidad y contar a su manera, con valentía, originalidad y sin tremendismos, tabúes sociales enquistados en la vida cotidiana británica para hacernos a todos conscientes de ellos, buscando lo extraordinario en lo aparentemente normal y creando conexiones con los espectadores para que lleguemos a integrarlos en nuestras propias vidas. Una forma de hacer la sociedad más humana.

Ha ganado premios con documentales como The Age of Loneliness, sobre el sentimiento endémico de soledad en su país (Reino Unido es el país de Europa donde la soledad está más arraigada); Mum&Me, en el que cuenta, a través de un trío de tres generaciones madre, hija y nieta, su propia relación con su madre que padece alzhéimer. Tres mujeres juntas afrontando la enfermedad lo mejor que pueden, arrancándose carcajadas y dándose mucho amor;  Bosom Buddies sobre las repercusiones laborales que tuvieron que afrontar un grupo de mujeres con cáncer de pecho en una ciudad británica; My Street, ante la falta de comunicación que solemos tener con nuestros vecinos, decide hacer el experimento personal de llamar puerta tras puerta para presentarse y conocer a los vecinos de su barrio; y Fabulous Fashinositas, quizá el vídeo que la ha hecho «famosa» y con el que ha querido retratar espléndidamente lo bien que sienta cumplir muchos años. 

La BBC acaba de estrenar, el pasado mes de mayo, su último documental,  A Time to Live, una recopilación de doce testimonios de gente en el Reino Unido con una enfermedad terminal, que se han propuesto sacar el máximo partido al tiempo que les queda de vida a sabiendas de que es muy limitado. Un elogio a la vida y al espíritu positivo de cada una de las personas entrevistadas sin concesión a sentimentalismos. Impresionante.