Este verano ha tenido lugar el V Festival Internacional de Panticosa «Tocando el Cielo«,  promovido por la Fundación García Esteban, en pleno Pirineo Aragonés. Es una experiencia musical donde los grandes artistas de la escena internacional dan conciertos y también imparten clases magistrales a jóvenes estudiantes, que tendrán el privilegio de aprender pautas y consejos que les acompañarán a lo largo de su carrera. Uno de los objetivos más importantes del Festival es la promoción de la música clásica y la creación de nuevos públicos provocando encuentros entre artistas, estudiantes, oyentes y la naturaleza imponente que les rodea.  Son días en donde la música suena por los diferentes escenarios del pueblo y del Balneario de Panticosa. En este último festival participaron, entre otros artistas, el Quartetto di Cremona, el violinista Aitzol Iturriagagoiti, el pianista Takahiro Mita y el violinista Alejandro Bustamante. Se rindieron homenajes a las pianistas Pilar Bayona, Áurea Ruiz y Alicia de Larrocha. En una tertulia dedicada a la figura de Larrocha, en la que participaron su hija Alicia Torra y la periodista y biógrafa Mónica Pagés, su hija cuenta cómo le apoyó su padre en su carrera profesional. Su madre vivía exclusivamente para la música y su carrera, y tuvo la gran suerte de contar con su padre, el también pianista Juan Torra, que era su fan número 1 y renunció a su carrera para hacerse cargo de sus hijos y de la academia que tenían. La apoyó siempre, la impulsó, le ayudaba con los programas… «Mi madre tuvo muchos momentos de dudas, cuenta Alicia, por un sentimiento extremo de timidez y de humildad, y allí estaba mi padre para darle ánimos y confianza». Las sopranos Cecilia Lavilla Verganza junto a Eigenia Boix y el pianista Miguel Ituarte homenajearon también a la mezzosoprano  Teresa Berganza, quien a su vez impartió su clase magistral. La cantaora Estrella Morente inauguraró el  festival con un concierto junto al dúo de pianistas Moreno Gistaín. Los artistas interpretaron obras de García Lorca, Manuel de Falla y Joaquín Turina para rendir homenaje a la escritora María Lejárraga, que a pesar de ser una activista feminista su obra de dramaturgia aparecía firmada con el nombre de su marido.