A partir de los cuarenta y tantos la aventura de buscar y encontrar trabajo se puede convertir en una prueba atlética. Cuesta mucho que las empresas nos consideren como posibles nuevas incorporaciones dentro de sus equipos. Hay que armarse de ánimos hasta dar con algo interesante o desviarse y seguir el camino de los que deciden emprender.

La Organización de las Naciones Unidas está llevando a cabo acciones en pro del empoderamiento de todas las mujeres y niñas del planeta. Y lo está haciendo con una estimulante y nueva visión: implicando a todos, a mujeres y a hombres, en un esfuerzo conjunto de integración social.

En la edición de 2015 de la Advertising Week Europe en Londres, Salma Hayek -directora de cine, actriz y activista mexicana- llamó la atención a las empresas sobre la necesidad de visualizar a las mujeres que han superado los 50, como uno de los grupos de consumo más valiosos y con mayor potencial que hay actualmente en el mercado. Es la primera vez que escuché a una celebrity hablar de este tema.

La British Academy lanzó en el 2014 una serie de debates sobre humanidades y ciencias sociales para ayudarnos a entender los retos a los que nos enfrentamos cotidianamente como miembros de una sociedad y como individuos. Unos debates que ponen en cuestión los estereotipos sociales y exploran nuevas posibilidades de convivencia para movilizar la opinión pública. Uno de los temas que allí se trató fue la cuestión del envejecimiento.

Todavía hoy cuando nos ponemos a hablar de sexo a partir de una edad, nos sale ese impulso irreprimible de sacar a relucir la palabra menopausia, acompañada del abanico de consecuencias físicas y psicológicas que implica el susodicho término. Su embestida es ineludible, aunque sólo se quiera hablar de sexo…